¿Real o no?

Cómo jóvenes muchas veces pasamos por cosas que muchas veces ni los adultos se imaginan y piensan que estamos súper relajados y protegidos.

En un mundo donde nos tenemos que enfrentar a situaciones donde dudamos: miedo, presión o incluso hacer lo que nos disgusta. Un mundo en donde la televisión y las redes sociales nos venden ciertos estereotipos de cómo debería ser la belleza, el amor verdadero, la vida en si misma. Todo es pintado como un cuento de hadas; pero cuando vemos de cerca siempre hay un detrás de cámara, un tras vestidores, ¡un todo que no se cuenta! Una realidad diferente que no es mostrada. 

Nos damos cuenta que nos han vendido una fantasía, una perspectiva que no se compara con lo que es la realidad. No siempre será fácil cuando se presenten ciertas circunstancias en la vida y tengamos que saber cómo reaccionar, donde sintamos que la belleza no lo es todo y solo podamos ver los defectos que tenemos sin ver lo que realmente importa, pero Dios dice:

«Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti» Isaias 60:1

La vida nos ha dibujado un amor verdadero como en los cuentos de hadas, una película o un libro de fantasía. Allí todo es bello y hermoso, pero la vida real no es color de rosas. Existen momentos en los cuales podremos sentirnos desganados y sin fuerzas, pero el Padre Celestial nos levanta y dice: hijo mío, hija mía no temas. 

Dejemos de fingir en los brazos de Papá, dejemos de pretender ser algo que no somos y seamos reales, porque eso es lo que el Señor anhela. Hijos suyos que reconozcan su debilidad y digan: te necesito porque soy debil y sin ti no puedo hacerlo. 

Aprendamos a estar bajo su gracia y a depender de Él, dejemos de tratar de vivir por nuestras fuerzas, de buscar la tal llamada perfección. Las películas nos venden que ser débil es algo malo, que necesitamos tener superpoderes para vencer. Pero cuando recordamos la Biblia pensamos que nos presenta personajes valientes y perfectos que hicieron enormes cosas; pero lo cierto es que en algun momento tuvieron miedo, tuvieron ira. La diferencia radica es que dejaron ser moldeados por el Padre. 

Un grupo de hombres imperfectos, cumplieron la voluntad perfecta de Dios.