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¡Ver Para Creer!
Cuando estamos en el vientre de nuestra madre, nos sentimos en un lugar seguro, cuando salimos de el, es un nuevo comienzo, un lugar, un mundo diferente, donde nuestra madre nos abraza y nos cobija y nos da la seguridad y confianza para creer que nada nos va a pasar, donde estamos protegido por su eterno amor.
Así mismo es Dios, El nos creo antes de la concepción, tomo su tiempo para que cada uno de nosotros tuviera su huella dactilar diferente, que fuera único y que no hubiera persona igual a ti.
Cuando damos nuestros primeros pasos, al principio dudamos, el que si nuestra madre o padre nos sostendrá para no caer, y si caemos, nos levantara y consolara. Dios quiere tener una relación íntima contigo, quiere que creas y confíes en el, Dios no es religión, es una relación cara a cara con El, seguir sus pasos y vivir una vida en santidad.
Muchas personas quieren probar a Dios, que si no ven cumplido su milagro, sus sueños, su familia restaurada, ese trabajo, ese negocio, no creerán en la gloria de Dios. Hay muchos que necesitan ver para creer. Meter el dedo en la llaga y palpar lo que se esta diciendo.
Tomas, era uno de ellos. No estaba en el momento cuando Jesús resucitó al tercer dia y no creía lo que decían los discípulos, necesitaba meter su dedo en el hueco de sus manos y en la costilla de Jesús para creer. lo vemos en Juan 20:25.
y Jesús le dijo a Tomás en Juan 20:27
—Pon tu dedo aquí y mira mis manos; mete tu mano en la herida de mi costado. Ya no seas incrédulo. ¡Cree!
En nuestra propia carne y entendimiento, queremos probar a Dios y retarlo. El solo se queda a la espera para poder hacer su jugada maestra, donde hará jaque mate en el juego y te pondrá a prueba a ti, donde tu actitud y corazón serán tocados y ver si apruebas el examen o no.
¡CREE AUNQUE NO PUEDAS VER!.
Autora rosbelis Diaz