A todas las mujeres que han sido llamadas por nombre, por
nuestro Señor JESUSCRISTO. En El no hay…..
No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús, el pago con su sangre por nosotras y hemos sido llamada para ytrabajar y establecer el Reino de los cielos en la Tierra, como
lo dice en Efesios 4:11 (NTV): “Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la
iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros”.La exitosa y pastora Dra. Saiddys Bermudez nos muestra que, aunque sucedan circunstancias siempre Jesucristo convierte un lio en un poderoso Milagro. Con inspiración bíblica, descubrimientos científicos e historias reales, La pastora Dra. Saiddys Bermudez traza una hoja de ruta practica y llena de esperanza para cada mujer que ha sido llamada y tenga la audacia de reemplazar su momento actual hacia el Milagros de Dios.
La vida también puede sentirse así, ¿no?,
La pérdida, la traición, la enfermedad, la pena, el conflicto, el dolor… cualquier
cantidad de desastres puede inclinar nuestro mundo fuera de su eje, cuando tenemos
un llamado. Yo definitivamente me he encontrado en ese tipo de situación y quizás tú
también. En estos momentos, intentamos agarrar algo para equilibrarnos y con
inseguridad hacemos nuestras rutinas diarias, pero nada se siente estable cuando las
placas tectónicas de la vida de nuestro ministerio tiemblan debajo de nosotras,
porque hemos sidos llamadas por El, El Rey de Reyes y Señor de Señores.
Y luego las preguntas difíciles bombardean a nuestras mentes confusas:
¿Dejará de moverse el suelo debajo mis pies?
¿Volveré a encontrar la estabilidad para seguir ejerciendo mi llamado?
¿Cómo se supone que yo viva con tanta incertidumbre cuando yo solo quiero servir al
señor Jesucristo y extender el reino de los cielos en la tierra?
¿Cómo me quito esta pasión que arde en mi por hacer su obra, aunque si fuera por mi
no quisiera haber llegado al pastorado, lo hago por amor a su nombre?
¿Por qué tanto perseguimiento de que, si puedo o no ser pastora, acaso El no pago
con su sangre?
Si eres como yo, puede que te sientas sola en tu lucha o incluso culpable porque las
personas bien intencionadas te dicen que «solo tengas más fe». Pero
afortunadamente, cuando buscamos en las Escrituras, encontramos muchas historias
de hombres y mujeres que enfrentaron circunstancias parecidas y plantearon las
mismas preguntas.
vamos por mas Mujeres de Dios amen…
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